Tiempo

El Regalo del Tiempo

Nuestro tiempo comienza con el nacimiento y termina en esta tierra con la muerte. Para la mayoría, se trata de 25.000 días. Nuestro tiempo es precioso y no se puede almacenar  como granos en un granero. Una vez que pasa un momento, se ha ido para siempre. 

Dios quiere que todos nosotros alcancemos el cielo... es por eso que Él nos creó y por lo que nos envió a Jesús. Nuestra vida en la tierra es una peregrinación hacia el cielo. Cada día, cada semana, cada mes y cada año debemos progresar en nuestro peregrinaje. No podemos hacer esto a menos de dar tiempo a Dios:

A través de la oración cotidiana, desarrollamos una estrecha relación personal con  Dios, compartiendo con Él nuestros éxitos y fracasos, y pidiendo su guía en nuestra vida cotidiana. 

Leer la Escritura diario,  ayuda a reflexionar sobre la palabra de Dios. También habla del gran amor de Dios por nosotros.

Ayudar a las personas y organizaciones  es otra manera de compartir nuestro tiempo personal para la gloria de Dios. También mostramos nuestro amor a Él,  dejando que Cristo use nuestros pies, manos, nuestros ojos y nuestra voz.

Su donación de tiempo es única, porque usted es el único que puede darlo.